domingo, 16 de diciembre de 2012

El síndrome Hong Kong

El síndrome Hong Kong
Uno de los principales periódicos de Hong Kong despidió hace poco a sus ocho fotógrafos de plantilla que cubrían la información local; a cambio distribuyeron cámaras digitales entre el colectivo de repartidores de pizza. La decisión empresarial era sensata: es más fácil enseñar a hacer fotos a los ágiles y escurridizos pizzeros que lograr que los fotógrafos profesionales sean capaces de sortear los infernales atascos de Hong Kong y consigan llegar a tiempo a la noticia. Los portavoces del sector, obviamente, se rasgaron las vestiduras: ¿cómo es posible que se renuncie a la calidad que garantizan profesionales con experiencia? Pero hay que convenir que más vale una imagen defectuosa tomada por un aficionado que una imagen tal vez magnífica pero inexistente. Saludemos pues al nuevo ciudadano-fotógrafo.
Se desprende de este reciente episodio de darwinismo tecnológico un cambio de canon fotoperiodístico: la velocidad prevalece sobre el instante decisivo, la rapidez sobre el refinamiento. En las épocas heroicas del reportaje fotográfico los reporteros disponían de tiempo y recursos. Cuando National Geographic celebró su centenario, en el editorial del número especial se vanagloriaban de poder ofrecer a sus privilegiados colaboradores unas condiciones óptimas de trabajo: asistentes, helicópteros, hoteles lujosos… Por término medio, en cada reportaje de encargo se disparaban 27.000 fotos de las que terminaba publicándose una exigua docena, la cual había de ser forzosamente la requetehostia. Pero esos años de despilfarro han pasado, empujados por los efectos de un mercado cada vez más competitivo y por la inmersión en una nueva mediasfera. Se ha hablado mucho del impacto que la irrupción de la tecnología digital supuso para todos los ámbitos de la comunicación y de la vida cotidiana; para la imagen, y la fotografía en particular, ha significado un antes y un después. Se puede comparar a la caída del meteorito que condujo a la extinción de los dinosaurios y diopaso a nuevas especies. Durante un tiempo, los dinosaurios no fueron conscientes de la colisión y vivieron felices como testigos pasivos –y pasmados– de los cambios que se operaban en su ecosistema: las nubes de polvo no dejaban pasar los rayos del sol con consecuencias letales para vegetales y animales. Hoy palidece una fotografía-dinosauria que está dando paso a secuelas mejor adaptadas al nuevo entorno sociocultural.
Del síndrome Hong Kong aprendemos que hoy la urgencia de la imagen por existir prevalece sobre las cualidades mismas de la imagen. Esa pulsión garantiza una masificación sin precedentes, una polución icónica que por un lado viene implementada por el desarrollo de nuevos dispositivos de captación visual y por otro por la ingente proliferación de cámaras –ya sea como aparatos autónomos o incorporadas a teléfonos móviles, webcams y artilugios de vigilancia. Esto nos sumerge en un mundo saturado de imágenes: vivimos en la imagen, y la imagen nos vive y nos hace vivir. Ya en los años sesenta Marshall McLuhan vaticinó el papel preponderante de los mass media y propuso la iconosfera como modelo de aldea global. La diferencia es que en la actualidad hemos culminado un proceso de secularización de la experiencia visual: la imagen deja de ser dominio de magos, artistas, especialistas o profesionales al servicio de poderes centralizados. Hoy todos producimos imágenes espontáneamente como una forma natural de relacionarnos con los demás, la postfotografía se erige en un nuevo lenguaje universal.

La cámara de Pandora de Joan Fontcuberta

La cámara de Pandora de Joan Fontcuberta:

El cambio de paradigma tecnológico al que la fotografía se ha visto sometida en los últimos años no sólo ha puesto de nuevo de manifiesto la naturaleza fotográfica de nuestra cultura, sino que ha zarandeado algunos de los fundamentos que parecían formar parte indisociable de lo fotográfico. A través del estilo desenfadado e irónico que siempre ha caracterizado a Joan Fontcuberta, La cámara de Pandora aborda la refundación de este medio en el nuevo entorno digital para repensar aquellas cuestiones que van más allá de lo estrictamente fotográfico y para abrirse a los nuevos principios que se plantean con la nueva fotografía.

Con artículos de marcado tono lúdico como muestran sus propios títulos -'Yo conocí a las Spice Girls' o 'El misterio del pezón desaparecido'-, el autor retoma el hilo conductor que ya marcara en El beso de Judas. Fotografía y verdad y, en esta nueva entrega de dieciséis ensayos, desgrana lo que queda de la fotografía: los restos de la autenticidad, los restos de lo documental, los restos de unos valores que hicieron que la fotografía moldeara la mirada moderna y contribuyera a nuestra felicidad. Y, fiel al principio de que una fotografía vale más que mil mentiras, el autor elucida la naturaleza de la nueva fotografía (digital) y sus extravíos. De ahí derivan reflexiones críticas y evocaciones poéticas que rastrean los empeños de una posmoderna cámara de Pandora que ya no se limita a describir nuestro entorno sino que ambiciona poner orden y transparencia en los sentimientos, la memoria y la vida.
 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Fotoperiodismo

Ulises Castellanos, quien tiene una amplia experiencia como profesional de la lente y que ademàs trabajó durante muchos años como editor de fotografìa del semanario Proceso, y actualmente se desempeña como editor gráfico del nuevo Excélsior, define al fotoperiodismo como un género más del periodismo que básicamente responde a la premisas de la información periodística.

El periodismo es una rama de la comunicación social que registra hechos de interés público que se difunden masivamente.

Notificar un hecho real es informar, notificar un hecho real mediante imágenes fotográficas es fotoperiodismo. En la imagen fotográfica están unidas información y opinión.

Para Ulises Castellanos, existen cuatro géneros en la fotografía de prensa:

*Fotonotocia
*Fotoentrevista
*Fotoreportaje
*Fotodocumental

Por encima de cualquier consideración, el fotoperiodismo tiene como objetivo prioritario contar la historia que se vive en el momento en que se produce: el fotógrafo captura el tiempo, congela el movimiento y revela lo invisible con inigualable realidad.
La meta del fotoperiodismo es contar al lector qué había allí, clara, rápidamente y sin misterio alguno, confusión o enigma.
•Fotonoticia
(eventos no previstos y previstos). Incluye fotografías de política o movimientos sociales. Este género es la base que ofrecen los diarios y revistas como información visual para documentar un hecho. Son imágenes que se obtienen gracias a la cobertura periodística de un medio.
•Deben ser imágenes fundamentalmente informativas que dejen de lado la interpretación, contundentes y claras.
•Fotoentrevista

Pueden retratarse tanto personajes com figuras anónimas. Lo trascendente es que dichos retratos comuniquen el entorno o ambiente donde se desenvuelven los sujetos. Debe clarificar de quién estamos hablando y a qué se dedica. •Este género permite el estímulo de la creatividad. Además de informar permite al fotógrafo expresar su punto de vista respecto del sujeto retratado.
Fotoreportaje: Es el género mayor del fotoperiodismo. Es más complejo que ningún otro género. Aborda una historia de interés general que se cuenta en varias imágenes complementarias.
De acuerdo a Pepe Baeza, la fotografía de prensa se particulariza por ser aquella imagen que se publica en las páginas de diarios y revistas que forma parte del contenido editorial, no del contenido persuasivo, en éste campo se encuentran aquellas imágenes de índole publicitario. La imagen de prensa está ampliamente vinculada con la veracidad, mientras que la segunda -la imagen publicitaria- crea artificios visuales para incidir en el gusto y en los hábitos de compra del lector. De tal modo, Baeza observa que en el periodismo existen dos tipos de imágenes: la fotografía de prensa y la fotoilustración, de la cual ya hablamos en anteriores ocasiones.

En la fotografía de prensa se abordan cuestiones coyunturales de índole social, política, económica, deportiva, del mundo del espectáculo, etc. Entre tanto, en la llamada fotografía documental, que atiende también a situaciones verídicas, el fotógrafo trabaja sobre cuestiones estructurales, como la pobreza, la falta de servicios básicos, tradiciones, costumbres, etcétera. Es decir, este tipo de imagen no está supeditada a la información coyuntural de la prensa.

lunes, 8 de octubre de 2012

Idea de collage dadaísta

Yo pienso crear un collage con algunas diferencias que ocurren en nuestra sociedad, el como se dividen las clases sociales y las cosas que son importantes para cada una, aunque vivamos en el mismo planeta se divide en mundos opuestos tachando y rechazando tanto ideales, como cultura, vestimenta y otro tipo de cuestiones ¿por qué no ser tratado de la misma manera? , ¿por qué esa discriminación? es algo con lo que algunas personas batalla día a día :)

domingo, 7 de octubre de 2012

Museo Franz Mayer

World Press Photo 2012



Muestra de los ganadores del concurso de fotoperiodismo más importante a nivel internacional, organizado por la fundación holandesa World Press Photo. Este año el español Samuel Aranda obtuvo el primer lugar por el retrato de una mujer que acuna a un familiar herido en Yemen. En la exposición, compuesta por 171 fotografías de temas políticos, sociales, culturales y deportivos, destaca también la imagen del mexicano Pedro Pardo, galardonado con el tercer lugar de la categoría noticias generales.Sona unas fotografías muy sorprendentes.
Después de la Fotografía por Fred Ritchin
La fotografía, tal como la hemos entendido ahora, está llegando a su fin, y con ella una manera de representar al ser humano. Las nuevas tecnologías que permiten generar imágenes han superado algunas de las limitaciones de la fotografía análoga pero también no han enfrentado, de manera no siempre consciente, a retos inimaginables. A la vez que aumentan los casos de manipulación de contenidos, de uso inmoral o engañosos de una imagen, las nuevas tecnologías nos invitan a construir una fascinante "hiperfotografía", donde la imagen se convierte en un medio interactivo que se enlaza y explica a sí misma, se enriquece y evoluciona minuto a minuto.
Ayudada por las cámaras omnipresentes, las redes sociales, los programas que permiten retocar una toma, y los juegos virtuales que emplean imágenes humanas, la fotografía digital no sólo está cambiando nuestra concepción del mundo o nuestra noción de arte, sino la imagen que tenemos del ser humano -y es que nosotros también nos transformamos, nos volvemos imágenes en potencia.
En Después de la fotografía Fred Ritchin, uno de los principales especialistas que han contribuidos a desarrollar la revolución digital, ofrece el más brillante análisis posible de las nuevas imágenes al tiempo que propone los parámetros para analizar la naciente "meta-imagen" fotográfica, que muy pocos creadores se han atrevido a explorar.
 


Después de la fotografía de Fred Ritchin, es un libro que habla acerca de los cambios en los medios de comunicación, del presente digital, de cómo estos cambios afectan nuestra vida socio-cultural y política.

Cuando empecé a leer, noté una crítica a esta era digital en la que vivimos, por parte del autor, aunque posteriormente Ritchin aclara: “De ninguna manera mi intención es la de minimizar el parteaguas digital.” Sin embargo sí considero que el libro esta escritito con un cierto ataque a la evolución o revolución (como él la llama) de los medios visuales y de comunicación; además de un tinte nostálgico que se acompaña en el texto mientras se describe la fotografía análoga. Ésta carga crítica en el libro me remite a Homo Videns de Giovanni Sartori, el cual reflexiona acerca de cómo la revolución multimedia transforma al homo sapiens en homo videns, de cómo la imagen se va tornando fundamental en nuestras vidas y del papel que juegan la televisión junto con la computadora en este proceso.

Pienso que el autor hace análisis significativos sobre la fotografía en nuestros días, y justo eso, que hable sobre nuestro momento, sobre lo que la foto y los medios digitales son ahora, es lo que, para mí, le da importancia a este libro.

Uno de los puntos que llamó mi atención fue el cuestionamiento que Ritchin hace sobre si “…esta enorme expansión está haciendo del mundo un mejor lugar ahogado en información, opiniones e imágenes.” Y yo también me pregunto si nosotros realmente necesitamos más imágenes bombardeadas a nuestro al rededor, y la pregunta me salta aún más porque justo estudio artes visuales.

Se habla acerca de la fuerte credibilidad que le damos a la fotografía y de cómo ésta puede ser muchas veces cuestionada, sobre todo hoy en día con la fuerte presencia de la manipulación por computadora; y aunque el acto posfotográfico siempre ha tenido un peso importante (al imprimir en el laboratorio, por ejemplo), ahora la computadora ofrece mayores posibilidades para transformar la imagen. Estas manipulaciones tienen una función en la foto destinada al consumo comercial y a los intereses políticos, explica el autor. Todo esto me ha hecho pensar que la fotografía y lo que ésta conlleva, está ligada con la verdad (el cuestionamiento de si lo visto será un fotomontaje y cómo nos afecta que una imagen no sea “real”) y el poder (cómo, para qué y quiénes usan esta manipulación). Haciendo referencia a esto, hubo un par de líneas que irremediablemente me hicieron pensar en la realidad del país: “el horror visto como espectáculo” y así terminamos con un presidente formado-por-la-prensa.”

Durante todo el libro se hace referencia constantemente a la presencia de la fotografía en nuestra vida diaria, a través de la fusión con los medios digitales, tecnológicos y de comunicación como la publicidad, el diseño, el periodismo, la computadora, ipods y sus derivados; así como de programas como photoshop, photoshynth, de páginas de Internet como facebook y youtube, etc.

Ritchin también relaciona las teorías cuánticas con la fotografía digital, lo cuál me parece nuevo y quizás acertado.“La fotografía digital, basada en segmentos, divorciada de la temporalidad convencional, de los tonos continuos y la interacción entre la película y la química nos permite imaginar diferentes cosmologías.”

Finalmente, creo que este libro se presta para generar múltiples análisis y reflexiones de acciones y hechos que están ya arraigados a nuestra vida diaria y que probablemente no tomemos en cuenta por su cotidianidad, pero que finalmente son parte fundamental de nuestro sistema cultural y social.

Museo chopo




jueves, 20 de septiembre de 2012

ediciones básicas



Gris color bueno de la foto original hacemos una copia esa copia la desaturamos ya cuando desaturamos la imagen con la goma de borrador, le damos clic al pincel y escogiendo el color que se desea aplicar para resaltar lo que desamos de la imagen 


 Primero desaturamos la imagen la pasamos a grises de ahí creamos otra capa,nos vamos ajustes de ahi le vamos a dar un equilibrio de color, que va desde el rojo al amarillo. Luego vamos a crear una copia en otra capa y vamos a irnos a filtro de ahi le vamos a dar en desenfoque de lente ahi vamos a a ver q se ve borrosa la imagen segun lo que deseamos resaltar vamos agarrar la goma para desenfocar lo que deseamos de la imagen